Semilleros carnavaleros, Salvaguarda de la tradición

¿He disfrutado del Carnaval en las diferentes etapas de mi vida, pero… este 2024 ha sido especial,  lleno de magia, diría que ha tenido un toque único, y eso, porqué? Les hablo desde mi condición de abuela, cuando la magia toma otra dimensión,  fechas como esta, se vive y gozan de una manera que quiero contarles.  

En esta ocasión el Carnaval de Barranquilla estaba enmarcado en dos fases, para mi por supuesto...La visita de mis nietos que llegaron con sus papitos a disfrutar de la gran fiesta. Mis hijas   tenían en la lista del año en curso traer a sus bebes a que  conocieran   el Carnaval de Barranquilla, fiesta que ellas disfrutaron desde pequeñas y que atesoran en su memoria.  La menor de mis hijas   arribo  de Perú y la mayor de Chía Cundinamarca.

La abue como me dicen, tuvo que hacer unos cambios en sus agendas y  ajustarla   con la de las niñas. Previo a los cuatro días, una semana antes,  los preparativos no se hicieron esperar, habia que   salir a conseguir el autfit carnavalero para cada ocasión, fue la  primera tarea que  inicio al día siguiente de la llegada.  Recorrer    los lugares donde se pudiese conseguir todo el ajuar,   y bueno… no fue nada difícil, por donde miraras  las calles del centro y  la 72  los lugares indicados, era como entrar al país de las maravillas,   un deleite para las Reinas de casa, quienes iban en busca de polleras, camisas carnavales, accesorios,  y el ajuar especial el de negrita puloy para la chiqui de la casa, que cabe resaltar la más carnavalera.

Segundo día recoger las flores, el corbatín  y cintas que adornarían la carroza de la chiquita (Amelia) inspirado en las negritas puloy.

 Y Llego el día esperado, el Carnaval de los niños, todo estaba disponible, la verdad estos preparativos parecían  más  una logística de viaje, pero es comprensible, llevar a una beba de un año a un magno espectáculo se necesita ser  cuidadosos en la  preparación y si la mami es meticulosa como la de Amelia  nada se puede quedar y mucho menos  que impida el disfrute del desfile.

A las seis de la mañana la chiquita Amelia estaba de pie… la verdad es que es su hora habitual para desayunar, pero… había algo especial en el ambiente, se sentía y ella lo intuía, corrió por la casa con las prendas que luciría, una minifalda, blusa y cintillo, no los soltó ni para comer hasta que  la bañaron y vistieron para salir, ah y calentamiento de  hombros y pases… Súbele que  súbele, un pasito tun, tun, desde Barranquilla.

Al llegar a la 53 los papis se ubicaron en primera fila, le dieron teterito, tomo su siesta y apenas escucho los tambores se despertó  para disfrutar, bailar y tomarse fotos hasta el final. No falto el deseo de traspasar las barandas e integrarse con los danzantes, todo un derroche de alegría, que ni el sol, ni lluvia fueron impedimento  para que la chiqui, los papis  y por supuesto la abuela se sintiese orgullosos e hinchados de emoción  al contemplar el disfrute de esta  pequeñita. Ella y sus alrededores eran una explosión de alegría…  como dice “Quién lo Vive, es quien lo Goza”.  Así que  la fiesta tiene asegurado  carnaval por saécula saeculórum…

El carnaval de Barranquilla es un todo, los danzantes, las escuelas donde la tradición y la salvaguarda se preserva en los semilleros y en aquellos que vienen  a disfrutar y que sueñan a través de sus progenitores traerlos para que disfruten, en un primer encuentro como observadores y con el deseo de estar dentro como integrantes de una comparsa.

 Todo esto gracias a un gran hombre visionario que recibió  la ‘Gran Cruz de la Democracia: Gabriel García Márquez’, mención que busca exaltar la labor de transformación social, entregada en el 2023  al maestro Julio Adán Hernández  que lleva más de 45 años por su contribución al periodismo de niños y jóvenes a través de las escuelas de formación  Voz infantil, Hola Juventud, Autonomía Infantil y el Carnaval de los Niños de Barranquilla.

Columna Galería N@ranja-Por: Zamara Arias.  

Exposición en el Club ABC

El Arte Clásico de la Porcelana

Barranquilla ciudad pionera, la Puerta de Oro de Colombia ha sido y es el puerto de las Arte en todas sus dimensiones, y el Arte de la Porcelana se ha desarrollado durante  50 años en las laboriosas y magistrales manos de las damas que conforman el taller de la maestra  Fina de  Bradford, la compaña  en el taller Mary Luz Bernal, Mague de Matera, Yara Malabet, Priscila Bradford, Janeth de Inisgnares, Odette de Yidi, Janeth de Abuchaibe y Edith Diazgranados ,